martes, 8 de marzo de 2016

TRIBUTACIÓN Y AMBIENTE II


"Mientro ellos te prometen la luna, nosotros te garantizamos la tierra"
Anónimo

La legislación ambiental en Nicaragua tiene un problema sistémico en lo relativo a su normativa ambiental, estamos enfocados en el sistema de “Comando y Control”, el cual establece medidas regulatorias con una gran intervención del Estado. El Estado es debil, carece de  institucioonalidad robusta , cultura democratica y financieaminto para hacer cumplir la Ley  ambiental en Nicaragua..

 un ejemplo de estas medidas incumplidas es la medida “prohibitiva”,

 Ej. Se prohíbe botar basura en los ríos, lagos y fuentes hídricas, multa $ 500.00 Córdobas.

Este precepto necesita ser apoyado por toda la administración pública, con recursos, personal humano y tiempo, ¿cuantos oficiales tienen que andar inspeccionando para regular todo los botaderos ilegales del pais? ¿Cuál es el Mecanismo  utilizado para imponer la multa y asegurar su cumplimiento? ¿Cómo obligamos al infractor?

Ante esta problemática global del sistema de “Comando y Control”,  existen  mecanismos economicos de mercado que pueden ser regulados por la tributación ambiental. Este  sistema “Económico de Mercado”,  puede ser utilizado para regular y fomentar  la preservación, conservación y rescate del ambiente.  Sin embargo no deja de ser un tema polémico y en el cual las fuerzas oscuras del mercado puede intervenir con su mano invisible para que el mercado siga dominando al ambiente, a la sociedad y a la vida en este universo diminuto llamado tierra.

Intervención fiscal en la protección ambiental.

Esta prioridad ha puesto en primera línea de debate el uso de instrumentos económicos como parte de las políticas ambientales y, como cate­ goría destacada dentro de ellos, el diseño y aplicación de nuevas figuras impositivas con dicha finalidad. Por tanto, justificada la intervención pública por la existencia de un problema ambiental, debemos analizar en primer lugar por qué utilizar impuestos y no otros mecanismos para solucionar dicho problema y, posteriormente, quién debe gestionar dichos tributos ambientales para garanti­ zar un resultado eficiente.  (Tributación ambiental en un contexto federal. una aplicación empírica para los residuos industriales en España ,Anabel Zárate marco Jaime Vallés Giménez Carmen Trueba Cortés Universidad  de  Zaragoza,  2001)

{Las acciones orientadas a reformar la tributación existente para que refleje con la mayor fidelidad posible los costes y beneficios ambientales, constituyen un instrumento económico sumamente interesante en el ámbito de las políticas de gestión ambiental. Esta posibilidad, sin embargo, no es una novedad para el análisis económico, que tradicionalmente ha defendido el uso asignativo de la denominada imposición correctora (Summer, 1991).

A partir de la aportación seminal de Pigou, la contaminación está definida como un caso ejemplar de efecto externo negativo y la opción impositiva como un mecanismo de gestión de este fallo del mercado. Así pues, los denominados impuestos ambientales forman parte del acervo teórico tradicional de los economistas. .( Tributación ambiental en un contexto federal. una aplicación empírica para los residuos industriales en España ,Anabel Zárate Marco Jaime Vallés Giménez Carmen Trueba Cortés Universidad  de  Zaragoza,  2001)

La segunda ventaja de los tributos medioambientales es que facilitan la puesta en práctica del principio de quien contamina paga, propugnado por la OCDE (1972) y generalmente aceptado por la sociedad y también por el análisis económico. Existe una visión ética de este principio en el sentido de que aquellos que contaminan deben soportar el coste asociado a la contaminación por motivos de equidad y justicia. Desde el punto de vista estrictamente económico, el sentido de este principio es diferente: se trata de internalizar la externalidad debida a la contaminación, es decir, hacer que los contaminadores soporten el coste asociado a la contaminación para que así incorporen este coste en sus decisiones, del mismo modo que incorporan el resto de sus costes financieros y económicos. 

Cualquier agente económico tiene incentivos para no incurrir en costes económicos excesivos, por lo que también los tendrá para no incurrir en costes ambientales elevados, no por un sentimiento de altruismo hacia el medio ambiente, sino porque el agente económico los percibe también como costes económicos por medio del tributo. (Tributación ambiental en un contexto federal. una aplicación empírica para los residuos industriales en España, Anabel Zárate, Marco Jaime Vallés Giménez, Carmen Trueba Cortés; Universidad  de  Zaragoza, 2001)

 Pero incluso en estos casos se percibe una recaudación, asimilable a un bono extra de tributación, pues permitiría un alivio del esfuerzo fiscal al financiar gastos que anteriormente se cubrían con recursos gubernamentales. Así, la tributación ambiental, aparte de reducir el costo social en la materialización de objetivos ambientales, ha sido considerada el modo más eficiente de trasladar la carga fiscal desde las “cosas buenas”, como el capital y el trabajo, hacia las “cosas malas”, entre ellas la polución y la degradación de los recursos naturales. (Libro Tributación Brasil, AL).

Una tercera ventaja es que su funcionamiento se identifica con la imposición indirecta, lo cual facilita su conexión con las líneas básicas de la reforma fiscal moderna. Asimismo, puede tener una capacidad recaudatoria relevante y esta recaudación suministrara recursos que deben ser destinados a inversiones en infraestructura ambiental, o a su devolución mediante transferencias, o a la reducción de otros impuestos. La teoría del doble dividendo sugiere que si estos ingresos se utilizaran para reducir otros tributos distorsionadores de la actividad económica, y por tanto, reductores de la eficiencia y el bienestar social (como los que gravan el trabajo, los beneficios o el ahorro), se podría mejorar la economía a la vez que el medioambiente6. (Tributación ambiental en un contexto federal. una aplicación empírica para los residuos industriales en España, Anabel Zárate, Marco Jaime Vallés Giménez, Carmen Trueba Cortés; Universidad  de  Zaragoza, 2001)

Por último, su marketing o mercadeo político y social es elevado, lo que reduce enormemente su potencial carácter conflictivo. Es probable que los impuestos ambientales tengan una mayor aceptación por parte de los agentes económicos cuando contribuyan a sanear el medio degradado y no generen un fuerte incremento de la presión fiscal. A veces estos dos fenómenos están claramente relacionados, como cuando la recaudación de un impuesto se utiliza para financiar actuaciones ambientales que deberían haber sido introducidas por el agente económico que paga el tributo ambiental. .( Tributación ambiental en un contexto federal. una aplicación empírica para los residuos industriales en España ,Anabel Zárate marco Jaime Vallés Giménez Carmen Trueba cortés universidad  de  Zaragoza,  2001)

En definitiva, los impuestos ambientales, como indican Gago, Labandeira, Picos y Rodríguez (2005) consiguen internalizar efectos externos negativos a un mínimo  coste  (eficiencia  estática),  y  constituyen  un  incentivo  continuo  a  la adopción de conductas beneficiosas desde un punto de vista ambiental, mediante mejoras tecnológicas, por ejemplo, para evitar pagos fiscales (eficiencia dinámica). Todas  estas  razones  han  reforzado  la  presencia  de  los  tributos ambientales en la mayoría de los países desarrollados, especialmente a partir de la segunda mitad de los años ochenta (véase OCDE 1989, 1994), y España, aunque con un poco de retraso no ha permanecido ajena a este proceso reformista. (Tributación ambiental en un contexto federal. una aplicación empírica para los residuos industriales en España, Anabel Zárate, Marco Jaime Vallés Giménez, Carmen Trueba Cortés; Universidad  de  Zaragoza, 2001).

La tributación ambiental es un mecanismo económico de mercado que puede utilizarse  para lograr objetivos de conservación ambiental y detener la degradación del ambiente teniendo como meta el bienestar de la sociedad en su conjunto. Sin embargo, como todo en la vida ,puede ser utilizado para hacer el bien o para hacer el mal.

Ejemplos positivos para Nicaragua
  1. Exonerar de impuestos los proyectos de reciclaje y tecnología limpia.
  2. Gravar con impuestos altos a las bolsas plásticas no biodegradables para aumentar su precio y desmotivar su consumo.
  3. Gravar con impuestos altos a la mineria.
  4. Pago por servicios hidricos.
  5. Gravar con impuesto las botellas de plástico, si estas son  retornadas al lugar de compra se entraga un incentivo económico al consumidor de manera directa, con este incentivo económico motivan a todos los consumidores a reciclar.  Este sistema es utilizado por paises como Noruega, los resultados del  sistema tributario y la privaticion  del reciclaje ha sido muy exitoso. Sin embargo abogamos por reducir y reutilizar. Eliminar lae. producción de plástico no biodegradable.